Revistas peruanas de cine y espectáculos
La colección del Archivo Peruano de Imagen y Sonido contiene revistas editadas desde el año 1912 hasta 1999.
Siendo que el país carece de una industria editorial, la afición al cine ha llevado a aficionados de todas las épocas a las efusiones, mayormente amorosas, con su arte favorito, el cine. Algunas han sido serias, críticas, otras frívolas y admirativas; algunas han cumplido un papel gremial, otras han tratado de fijar posiciones ideológicas o estéticas. Algunas se han propuesto como la voz de la intelligentzia nacional, otras como la plasmación del gusto popular. Algunas han sido puristas, otras han extendido su gusto a la música criolla o al teatro o a la radio.
Estas son algunas de ellas:
Cines y estrellas, de 1927. Revista semanal ornada por las más elegantes carátulas del periodismo limeño, es el testimonio de la pasión por un cierto estilo cinematográfico aristocrático, romántico y estlizado. Su existencia se prolongó desde 1926 hasta el final del cine mudo en el Perú, en 1930. El Archi posee una amplia colección.
Voces en ondas / Voces y luces, de 1938. La revista, inicialmente dedicada a la radio, que asumió con mayor enjundia profesional la tarea de la crítica al cine peruano de fines de la llamada "Epoca de oro". En este número, presentando a Carmen Pradillo, una de las estrellas de la Amauta Films.
Altavoz, de 1939. En la carátula, la muy joven y pizpireta Elvira Travesí, actriz del cine peruano desde los años treinta (véase Barco sin rumbo) hasta Maruja en el infierno.
Cinófono, de 1939. Este título corresponde al de una de las más duraderas publicaciones peruanas dedicadas a los estrenos: existió desde 1933 hasta los primeros años cuarenta. En este período prestó especial atención al cine peruano.
Radiocine
(1939) asumió una corajuda defensa del cine criollo, dedicando más
de un tercio de sus páginas a propagandizar películas como
El niño de la puna, protagonizada por el "cholo"
Revolledo.
El cine, de 1941. Vistosa carátula para una revista de corta vida, editada en un mal período. La segunda guerra mundial transformó al cine en un medio de propaganda. Y no había mucho cine peruano del que hablar.
Cines, de 1946. En la carátula, Delia Garcés, la actriz argentina más conocida por su actuación en Ël de Luis Buñuel. En esta ocasión, interpreta a Santa Rosa de Lima, para la producción argentina del mismo nombre parcialmente filmada en el Perú.
Hablemos de cine (1968) fue la publicación que introdujo los métodos de análisis cinematográficos basados en la descripción de los mecanismos de la puesta en escena, preconizada por las modernas revistas de cine como Cahiers du cinema. Defendió con brillantez al cine estadounidense clásico, y renovó los cuadros de la crítica de cine en el país. Su influencia se extiende a cineastas a través de la presencia de sus miembros en la realización y en la educación universitaria de futuros cineastas. Se publicó hasta mediados de los años ochenta. Hoy en día publican en La gran ilusión.
Cinematógrafo, de 1974. Una revista militante, de un altísimo interés, que se enmarca (y genera) el debate cinematográfico en torno al cine de la ley del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, y a la relación del cine con la realidad nacional. Tiene una gran atención por el cine peruano.
El refugio, de 1993. Casi la "revista de la casa". En ella una joven generación de críticos dejó clara una sensibilidad diferente frente al cine internacional, y los miembros del Archi publicaron sendas investigaciones históricas sobre el cine peruano que despertaron polémica a la vez que abrieron paso a una valoración más positiva del mismo.
La gran ilusión (1997). Editada por la Universidad de Lima, la revista se publica dos veces al año e intenta un acercamiento enciclopédico al cine, con completas revisiones filmográficas. Revista de coleccionista de películas, no descuida la crítica de los estrenos.
Briznas (1996), subtitulada "Revista de cine peruano", es una publicación que hace honor a su nombre, con acercamientos detallados e inéditos a los cineastas nacionales. Lamentablemente, aun estamos esperando su segundo número.
Butaca
(1998) es, como la anterior, editada por la Universidad de San Marcos,
y también se dedica preferentemente al cina nacional. Es la más
reciente adición a esta lista.
Sólo algunos títulos, del más de medio centenar que posee el Archivo Peruano de Imagen y Sonido. Ellas han sido adquiridas principalmente en librerías de viejo y quioscos callejeros, pues la mayor parte son muy antiguas. Pero también gracias a donaciones de amigos, que también nos han apoyado con otro tipo de papelería especialmente interesante: afiches, papeles de distribuidoras, volantes cinematográficos, boletines gremiales.
El Archivo Peruano de Imagen y Sonido pone a disposición del público su hemeroteca, previa cita telefónica. Asimismo, es posible el préstamo de las revistas para exposiciones.